Esta es una pregunta que nos hacen a diario y en realidad es difícil de responder, pues es necesario entrar en detalles específicos y cuando los padres nos preguntan esto, sabemos que están buscando una respuesta rápida, concisa y basada en el tiempo: “en dos meses”, “cuando cumpla un año” o “cuando empiece a comer sólidos”. Desearíamos que la respuesta fuera así de sencilla, pero hay muchos factores que considerar y algunas cosas que entender.
Los seres humanos dormimos en ciclos, que varían de sueño ligero a sueño profundo y viceversa. Ocasionalmente cuando entramos en la etapa de sueño ligero de un ciclo y escuchamos un ruido, nuestro perro salta sobre la cama o simplemente si nos movemos un poco, esa pequeña distracción es suficiente para despertarnos.
Como adultos, hemos experimentado esto miles de veces, así que simplemente nos acomodamos y volvemos a dormir. La mayoría de las veces, el despertar es tan breve que ni siquiera lo recordamos al día siguiente.
Pero para los bebés que están acostumbrados a ser mecidos, cargados o amamantados para dormir, despertarse en la noche requiere de ayuda externa para volver a un sueño tranquilo, es decir que nosotros los padres debemos asistirlos para que logren retomar su descanso.
Cuando entendemos esto, la pregunta ahora es ¿Cuándo podrá mi bebé dormirse solo? Sencillamente, esto sucederá cuando aprendan cómo. Cuando le enseñas a tu pequeño a dormirse solo, podrá usar esta habilidad varias veces por noche, todas las noches, durante el resto de su vida.
Ahora, hay más que solo poner a tu bebé en su cuna y dejar que lo resuelva por sí mismo. Este enfoque tradicional ha funcionado para muchas familias, pero no es la forma más suave o efectiva de enseñarle a tu hijo habilidades para dormir. Esta aproximación es como si dejaras a tu hijo delante de un piano con algunas partituras y le dijeras: “Descúbrelo”. Eventualmente, tal vez lo haga, pero probablemente es mejor recibir algunas lecciones.
Nuestro enfoque, al igual que con cualquier habilidad que un niño necesite aprender, requiere de práctica. Probablemente va a haber un poco de resistencia al intentar hacer un cambio en su forma de dormir, pero siempre estarás ahí para acompañarlo. Sin embargo, lo que no debes hacer es sentarte al piano y tocarlo para ellos. Obviamente, eso no les enseña nada. Entonces, sea lo que sea que normalmente haces para que tu hijo se duerma, como amamantarlo, darle un chupo, mecerlo o dormir con él en su misma cama, es el equivalente a que tu toques el piano esperando a que sea la forma en que tu pequeño aprenda.
En la transición a un nuevo hábito de sueño saludable tu hijo podrá sentirse confundido, pero con mucho amor, paciencia, acompañamiento y práctica, aprenderá esta habilidad que le aportará a su crecimiento, aprendizaje, desempeño social y salud física, lo que se traduce en bienestar para toda su vida.